Hay que aumentar salarios, limitar márgenes empresariales, reducir más los precios de productos básicos y proteger a los consumidores más vulnerables

Los márgenes empresariales siguen registrando valores históricos, especialmente en actividades vinculadas al sector financiero, la alimentación, el turismo o el suministro energético.

Los datos del IPC adelantado del mes de noviembre publicados hoy por el INE, sitúan la inflación anual en un 3,2%, tres décimas menos que en octubre. De manera que se mantiene la moderación del nivel general de precios por segundo mes consecutivo, aunque existe margen para que sigan descendiendo aún más.

Por su parte, la tasa subyacente, que recoge la inflación de componente más estructural, se reduce siete décimas respecto al mes anterior, alcanzando una variación anual del 4,5%. Con ello, se acumulan cuatro meses seguidos de baja interanual, reduciendo la brecha con la tasa general a 1,3 puntos, la menor diferencia desde diciembre del año pasado.

La desaceleración de los precios resulta una noticia positiva para el bolsillo de las familias trabajadoras, aunque determinados productos, como los alimentos o la energía, siguen alcanzando niveles muy elevados. Por ello, es necesario adaptar y reforzar el escudo social y las medidas para combatir la inflación, reduciendo aún más la factura de determinados productos básicos y protegiendo a los consumidores más vulnerables.

También se deben implementar medidas que combatan y alivien la desproporcionada carga hipotecaria que están soportando muchas familias, facilitando la conversión de hipotecas de tipo variable a tipo fijo.

Además, cabe señalar que los márgenes empresariales siguen registrando valores históricos, especialmente en actividades vinculadas al sector financiero, la alimentación, el turismo o el suministro energético. En consecuencia, hay margen para reforzar la senda de crecimiento salarial para garantizar una recuperación del poder adquisitivo en el conjunto de la clase trabajadora que impulse el consumo interno y contrarreste la ralentización del crecimiento económico en nuestro país. En este sentido, resultan imprescindibles dos vías de actuación inmediatas.

Hay margen para reforzar la senda de crecimiento salarial 

De un lado, continuar aplicando los criterios del nuevo AENC en los convenios, puesto que éstos han permitido ya que 2,4 millones de personas estén recuperando poder de compra -en tanto la subida media salarial pactada en los convenios nuevos firmados entre mayo y octubre (último dato disponible) es del 4,1%, 5 décimas por encima de la tasa meda de inflación (3,6%)-.

De otro lado, continuar en la senda de aumentar el salario mínimo interprofesional para 2024 y situarlo, efectivamente, en un nivel equivalente al 60% del salario medio, lo que supone alcanzar los 1.200 euros al mes para que también ganen poder de compra quienes poseen peores condiciones laborales.